Sumado a mis desventuras con Personal, recientemente tuve un incidente similar. Sucedió con otra compañía argentina, esta vez con LAN.
Resulta que al pagar una reserva de un vuelo de cabotaje, $240 fueron agregados al monto final de la reserva. De hecho, solo pude ver que este extra fue agregado cuando recibí el correo electrónico de la entidad bancaria confirmando el pago. El banco me estaba cobrando $240 de más.
Dado que la compra fue con LAN, hice el reclamo correspondiente en la aerolínea. Luego de tomar su tiempo para responder (2 meses en este caso), resolvieron devolver la suma de dinero adicional.
Lo peor del asunto es que devolvieron la suma como una “cortesía” y no como un reconocimiento de un “error administrativo”, por llamarlo de una manera cortez.
En fin, en Argentina siempre te están viendo la forma de sacar de dinero de manera indebida. Al menos, si uno se queja, le terminan devolviendo el dinero.
La deficiencia del servicio de telefonía celular de Argentina no es ninguna novedad. Solo falta que usés un celular para empezar a experimentar todo tipo de dificultades técnicas: llamadas no recibidas cuando estabas en un lugar con buena cobertura, SMS que demoran en llegar, servicio de datos extremadamente lento o no funcional. Esto sin sumar las dificultades administrativas y “errores” de facturación.
En este artículo quiero concentrarme en los aspectos técnicos. En Argentina se usan hasta el presente sólo dos bandas de frecuencias para los servicios celulares que son mayormente GSM y WCDMA (más conocidos como 2G y 3G respectivamente). Estas bandas siguen el estándar americano: una banda baja en 850MHz y una banda alta en 1900MHz. Al igual que en Estados Unidos, las empresas tienen una licencia en parte de las bandas y son libres de usar el estándar que quieran. Esto contrasta con Europa que habilita una licencia para un cierto servicio celular.
En un artículo anterior explico, en criollo, la diferencia entre las bandas bajas y altas. Allí la conclusión es que la banda alta (1900MHz) se tiene que usar en centros urbanos densos y la banda baja (850MHz) se puede usar en zonas rurales para abarcar una superficie extensa incluso dentro de lugares construidos. Esta regla básica no se aplica en Argentina.
Un ejemplo bien claro: en noviembre de 2014, toda la cobertura 3G de Movistar es en la banda de 850MHz en la ciudad de Buenos Aires.
Un buen ejemplo es el caso de Personal en Salta: en setiembre de 2013, toda la cobertura 3G era en 850MHz. En octubre de 2014, la cobertura 3G se usaba en la banda de 1900MHz. Resultado: una mejor experiencia para los clientes.
Se preguntarán cómo pude sacar estas conclusiones: simple, el teléfono que usé no dispone de la banda de 850MHz en 3G. Para verificar que 3G no estaba disponible, puse el teléfono en modo solo-3G e hice una búsqueda de red. Luego, inserté el SIM en otro teléfono con todas las bandas para verificar mi teoría.
El caso curioso es que en Argentina no todas las empresas tienen licencia en las dos bandas. La asignación es la siguiente:
Zona 1 (códigos de área 01x): Personal y Movistar: 850MHz y 1900MHz; Claro: 1900MHz.
Zona 2 (códigos de área 02x): Personal: 1900MHz; Movistar y Claro: 850MHz y 1900MHz
Zona 3 (códigos de área 03x): Personal y Claro: 850MHz y 1900MHz; Movistar 1900MHz.
Entonces, Movistar en Salta (código de área 0387) tiene licencia para la banda de 1900MHz solamente. El resultado: buena cobertura y un servicio bastante decente.
Personal usa la banda de 1900MHz para 3G sólo en el centro de la ciudad de Salta, pero solo 2G en el resto de la ciudad (presumiblemente en 850MHz). El resultado es que si querés usar conexión de datos, vas a terminar teniendo EDGE (2G) a una tasa de transferencia de 40Kbps (muy por debajo del límite teórico de 384Kbps) si no estás bien cerca del centro.
Supongo que las empresas usan en su defensa que no pueden extender más su red poniendo excusas como la limitación a importación de equipos y la dificultad de obtener permisos para nuevas antenas. Sin embargo, tendrían que haber tenido un poco de responsabilidad y limitar el número de abonados si es que la red no puede dar soporte a tanta demanda.
No soy especialista en telecomunicaciones ni tampoco quiero aparentar serlo, pero escribo este artículo para explicar algo que de hecho nos afecta en la vida diaria. Voy a hablar de las bandas de frecuencias en telecomunicaciones. En especial, me voy a enfocar en las comunicaciones celulares que tantos inconvenientes nos traen hoy en día en Argentina.
Básicamente hay dos tipos de bandas de frecuencias: frecuencias bajas y frecuencias altas. Independiente de la frecuencia los celulares van a funcionar de la misma manera. La diferencia está en la experiencia final y muchas veces el mal uso que hacen las compañías proveedoras de servicios celulares.
Las frecuencias bajas tienen la particularidad de dar un mejor alcance ya que pueden atravesar estructuras tal como paredes. Las frecuencias altas, en cambio, tienen la desventaja de no poder penetrar estructuras. En general, las frecuencias bajas van a permitir tener una mejor cobertura sobre todo dentro casas o ascensores. Sin embargo, teniendo la antena a la vista las dos frecuencias dan el mismo alcance. El alcance va a depender de la potencia con la que se transmita.
Un ejemplo entre frecuencias bajas y altas se puede percibir en las frecuencias de radiodifusión. La amplitud modulada (AM) es una frecuencia baja (500 – 1600KHz) que tiene mucha mejor cobertura que una frecuencia modulada (FM) que es una frecuencia alta (88 – 108MHz).
Al igual que con las frecuencias de radiodifusión, las frecuencias bajas y altas tienen sus ventajas. El alcance es claramente algo particular de las frecuencias bajas. Las frecuencias altas, usadas con una buena configuración de la potencia, permiten incrementar la capacidad de una red celular. Hay que tomar la analogía de AM y FM. Las frecuencias AM tienen un alto alcance los que permite tener poca disponibilidad de frecuencias en una región geográfica. Las frecuencias FM permiten re-utilizar una misma frecuencia en los lugares de una misma región sin que se interfieran. Lo mismo sucede en las comunicaciones celulares: las frecuencias altas pueden usarse para poner más antenas (a baja potencia) en una región relativamente chica usando el mismo espectro. Esto es más complicado de lograr con una banda de frecuencias bajas.
Por ello, en el marco de comunicaciones celulares, las frecuencias bajas se usan en zonas rurales o poco pobladas. Las frecuencias altas se usan en zonas densamente pobladas para tener una buena capacidad. Por eso, las bandas de frecuencias celulares vienen en dos tipos de bandas, bandas altas y bandas bajas.
Una regla general (pero no estricta) en América para comunicaciones GSM (2G) y UMTS/HS(D)PA (3G) se usan las bandas de 850MHz y 1900MHz. En el resto del mundo para 2G se usan las bandas de 900MHz y 1800MHz y para 3G se usan las bandas de 900MHz y 2100MHz. Lo mismo ocurre con las bandas que se van a usar para LTE (4G): van a haber bandas bajas y altas.
¿Cómo nos afecta esto en la vida diaria? Esto lo voy a discutir en otro artículo.